Alrededor de la tecnología fotovoltaica cada vez existen más posibilidades para su aprovechamiento y consumo, y uno más de ellos son las granjas o parques solares. Esta modalidad de instalación fotovoltaica está volviéndose cada vez más popular a medida que desciende el precio de los paneles solares.
Un parque o granja fotovoltaica es una instalación de energía solar a gran escala, suelen ubicarse en grandes terrenos o superficies acuáticas y están compuestos por un gran número de placas solares interconectadas entre sí. Para ello se requiere de varios inversores, una sala de control centralizada y transformadores de alta tensión para su funcionamiento.
La finalidad con la que fueron creados se basa en captar grandes cantidades de luz solar y transformarla en energía eléctrica, ya que pueden generar miles de vatios de electricidad por segundo, abasteciendo industrias, complejos urbanos, ciudades e incluso vender su energía a la red de distribución eléctrica.
En SAMATCRO realizamos la construcción de granjas solares en terreno bajo la normativa RETIE y considerando la regulación vigente CREG, CNO, OR, XM y UPME.
Como empresa realizamos los diferentes diseños, el levantamiento topográfico, la revisión de la viabilidad técnica y económica, hasta la construcción, legalización y puesta en marcha del parque, siempre optimizando las plantas solares aumentando la producción y disminuyendo las ineficiencias.
Los parques solares brindan enormes beneficios para las poblaciones colindantes al proporcionar una energía limpia, abundante y permanente las 24 horas del día de manera ilimitada. Además, ayuda a reducir el consumo de combustibles fósiles, permitiendo una reducción de la dependencia de suministros energéticos provenientes del exterior.
Según estudios de la Asociación Federal de la Nueva Industria Energética de Alemania, se han demostrado que las instalaciones fotovoltaicas ubicadas en el suelo, pueden generar beneficios medioambientales, como la reversión de la erosión de terrenos.
Este tipo de producción de energía tampoco requiere extracción de materiales para su funcionamiento, lo que nos permite recuperar la inversión inicial en pocos años. Además, las instalaciones fotovoltaicas requieren de un mantenimiento muy sencillo y poco costoso, con una vida útil de 40 años.